lunes, 9 de noviembre de 2009

Hispacon 2009

HISPACÓN 2009: CRÓNICA DE UNA DIVERSIÓN GARANTIZADA

Parece mentira. Todo un año esperando este encuentro entre amantes de la literatura y del sano entretenimiento y finalmente había llegado la Hispacón. Y ahora (¡cómo pasa el tiempo!) es agua pasada pero quedan los recuerdos y las amistades, que es lo que importa. Las anécdotas y el regusto de haber pasado tres días sin más preocupación que debatir sobre literatura, cine y cualquiera de las cosas que valen la pena quedan ahí. La Hispacón se ha convertido en una ocasión para que los que de alguna forma vivimos en este mundillo literario virtual estrechemos lazos más allá de la pantalla.

Ahí estaban los viejos conocidos. Con Nachob (José Ignacio Becerril) y Uriel (Miguel Puente) tengo la suerte de tener contacto aquí en Madrid. Pero ahí estaba Akhul/Patapalo (Juan Ángel Laguna), con quien tenía la espinita clavada de no haberme podido encontrar en su última visita a Madrid. También Ernesto Fernández y Palabras (Ángel Vela), la pareja de sevillanos que había animado las noches de la Hispacón anterior y que volvía reforzada con caras nuevas como Guybrush y Canijo (Manuel Mije). Tampoco olvido entre los nuevos a Felix Royo y Pilpintu (Eva), llegados para demostrar la creciente aportación que hace la web de OcioZero a este evento. Ah, y Kawaku (Michel) el hermano de Akhul y tan parecido en entusiasmo como en simpatía, que no en corpulencia... Mención especial merece Ftemplar o Fer (Fernando), un viejo y a la vez nuevo conocido. Encontré en el mundo real el mismo derroche de amabilidad y entusiasmo que en el foro, una persona con la que basta tratar un poco para sentir que la has tratado desde hace mucho tiempo. Viví esa sensación de acomodo en casa de Nachob con su familia y es que uno no se siente forastero entre los maños.

Después de este breve recuento, en el que temo olvidarme de alguno, alguno se preguntará qué se hace en una Hispacón más allá de la amistad. Bien, puedes conocer a escritores y editores de ese mundillo que se resiste a que la llamada literatura “de género” sea patrimonio extranjero. Este mundillo de las pequeñas editoriales que apuestan por el producto nacional es fascinante y vale la pena. No encontrará el lector en la Hispacón a Planeta, Timun Mas o La Factoría de Ideas. No es chouvinismo sino defender lo nuestro y también el esfuerzo y el talento y el arte y la creación frente al marketing y el negocio de las grandes editoriales.

Es un objetivo muy grande para pequeñas editoriales como AJEC o Equipo Sirius. Admirable la labor de Raul Gonzálvez, editor de AJEC con quienes compartimos sobremesa. Y Saco de Huesos, la pequeña editorial que Akhul y Uriel han levantado y que bien merece que le dedique un artículo propio. Siento envidia de tanto entusiasmo, lo confieso.

Por supuesto compré muchos libros que intentaré reseñar a medida que vaya leyéndolos. Aunque uno ha llegado terminado a Madrid. Se trata de La luz del diablo de Roberto Malo, a quien debo una reseña y una mención porque tuvo la amabilidad de regalarme Los guionistas cuando supo que su libro me había servido de diversión y descanso la última noche, en la que tomé algo de descanso en la habitación del hotel.

Desde luego hubo conferencias. Edgar Allan Poe, las últimas tendencias del terror, la colonización espacial, la llegada de los e-books... Es mucho lo que se puede aprender y ver tanta gente respecto a la anterior Hispacón me alegro especialmente, en particular por la gente joven que nos rodeaba, y es que ver a gente tan dispar, desde adolescentes a ancianos, reunidos por las aficiones comunes no es nada común. Allí estábamos los jóvenes de espíritu.

La Hispacón es literatura pero las noches son muy largas después de las conferencias... Aunque debo advertir a quienes traten de aguantar el ritmo de los sevillanos. Y las largas sobremesas, tan necesarias para paladearse con la abundante y excelente gastronomía oscense, que si Huesca es una ciudad humilde comprobamos que se puede comer como un rey. ¡Pues no saben los oscenses lo que es la buena vida! Comer, beber y hablar en buena compañía de literatura, cine o cualquier otra cosa que valga la pena, desde el desayuno hasta la noche (o en el caso de los sevillanos desde la llegada a la estación hasta la salida). ¿Es que se puede pedir más? ¿Es que hacen falta más razones para venir a la Hispacón?

Y ahora la pregunta: ¿para cuándo la próxima Hispacón...?


10 comentarios:

Eva dijo...

Muy bonito solharis, me ha gustado mucho. Todo lo que dices es más que cierto; ha sido una experiencia preciosa, y me muero de ganas por repetirla. Eso sí, los sevillanos tienen mucho aguante, pero no podrán decir que se hayan quedado solos bailando!!!!! jajajaja

Un abrazo solharis!!!

*Pil*

Susana Torres dijo...

¡Ah, pero que envidia más mala me das!
Por lo que cuentas la cosa estuvo genial. A ver si puedo estar para la próxima Hispacón, leches.

Un abrazo!

Leralion dijo...

Suena muy, muy bien. A ver si me animo a la siguiente.

Saludos.

Victor Mancha dijo...

Estupenda crónica. A la próxima me apunto sin falta :)

Alex [Solharis] dijo...

Mucho gusto de verte por aquí, Pilpintu, y espero ver pronto tus fotos.
También me alegro de leer los comentarios de quienes no estuvisteis y quería deciros que realmente vale la pena pasar allí los tres días. Esta convocatoria ha tenido bastante más éxito que la anterior.

ftemplar dijo...

No merezco esa mención especial, simplemente soy así siempre y en todo lugar, pero me alegra que te encontrarás a gusto y pudieses ver que detrás de la pantalla hay un tipo normal al que le gusta leer demasiado (como pudiste comprobar).

Yo también baile (a mi manera), la última noche, jijijiji (risa de Pil) ;)

Un abrazo Solharis.

Guybrush dijo...

Como dice Eva, efectivamente el sector sur juerguista incluye a la canaria guía, creativa de citas maestras en los momentos precisos, juerguista de cuidado, y también incluiría a Roberto Malo, un tipo estupendo al que conocen en los bares, como debe ser.

Solharis, encantado de conocerte, que no pudimos despedirnos.

Manuel Mije (Canijo) dijo...

Gran crónica, Alex.
Ah, y añadir que el Rat Pack también incluyó al perínclito Félix, que tiene más aguante que un estribador escocés, jeje.

Patapalo dijo...

Muy bonita la crónica, compañero, y muy representativa de lo que son estos saraos. Inmejorable la impresión que me he llevado este año, y eso que el sueño me hizo retirarme pronto (para los cánones sevillanos).

Un abrazo muy fuerte a todos, compañeros, ¡y nos vemos en la siguiente!

Roberto Malo dijo...

Gran crónica, Alex. La verdad es que lo pasamos muy bien. Mil gracias por leerte tan rápidamente "La luz del diablo". Espero ansioso tu reseña. Un fuerte abrazo.

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